Dobet Gnahoré y Songhoy Blues revolucionan el segundo día de WOMAD

Dobet Gnahoré ayer en su concierto en la Plaza Mayor en WOMAD Cáceres 2022 | Foto: Antonio Martín

WOMAD Cáceres 202 volvió a rebasar ayer las previsiones de público. El segundo día de festival estuvo marcado por las actuaciones de Dobet Gnahoré, Canzoniere Grecanico Salentino y Songhoy Blue, y los extremeños Rui Díaz & La Banda Imposible y Los Niños de los Ojos Rojos, así como el dúo Tarta Relena, Virginia Rodrigo y Taxi Kebab.

De España a Costa de Marfil, de Marruecos a Mali y de allí a Italia, el viaje musical que regaló ayer WOMAD Cáceres tuvo como protagonista la defensa de las mujeres y las voces de exiliados por la guerra.

Hoy, última jornada de conciertos que se espera sea multitudinaria, las canciones de batalla de Ana Tijoux, las melodías ganadas durante la pandemia por Theon Cross, el trabajo clandestino para editar el nuevo disco de Liraz… forman parte del universo sonoro de este sábado.

WOMAD Cáceres aglutina su visión más comprometida en la jornada multitudinaria de hoy sábado, en la que la mezcla musical, la fusión o el trabajo con materias ajenas que los músicos hacen suyas ofrecerá la cara más multicultural del festival.

La música de fusión de las raíces de los sonidos afro-cubanos con los elementos clásicos del jazz abre las sesiones del sábado en la Plaza Mayor con la presencia de Pacombo Latino (18.45), una formación extremeña fundada en 2009, que reúne a artistas de distintos ámbitos (música clásica, jazz, música cubana…). La presencia del percusionista cubano Carlitos Guillén proporciona al grupo una conexión directa con esa tradición afro-cubana, más la aportación original del pianista y director artístico del grupo, Hugo J. Díaz y el gran trompetista cubano afincado en Alemania Yuliesky González.

De Cuba a Jamaica, el segundo concierto extremeño en la Plaza Mayor convoca a Cool Up Records (19.40). Fundado en 2017, es un sello independiente dedicado a la creación y promoción de la música reggae, que cuenta con una formación de concierto, como la que actúa en Cáceres, compuesto por un Dj/cantante y la sección de metales oficial del sello The Sherlock Horns.

A continuación (21.00), el artista de Burundi, J.P. Bimeni subirá al escenario con su música arraigada en el soul. Huido de su país tras sobrevivir durante la adolescencia en los años 90 a un tiroteo entre pandillas, Bimeni se convirtió en devoto del cantante norteamericano Otis Reddig y abrazó el soul, sobre el que ha cimentado su carrera. Con su disco Give hope abre el arco musical a la psicodelia y al afro-funk inspirado en Stax. A J. P. Bimeni lo acompañará en su concierto cacereño The Black Belts, banda madrileña compuesta por seis músicos.

Del soul, los conciertos de la Plaza Mayor saltarán a Galicia (23.00). De allí procede Baiuca (Live Band A/V Show), uno de esos proyectos tan afines a WOMAD, con su aleación de folk y electrónica, folktrónica. Alejandro Guillán, fundador de Baiuca, transforma la música tradicional gallega a través de una mirada actual, pero también futurista.

En su directo, Guillán utiliza diferentes máquinas (secuenciador, sintetizador, etc.) y las mezcla con instrumentos tradicionales gallegos (diferentes flautas, cunchas, ocarinas…). A lo largo de este 2022 está desarrollando una maratoniana gira y publicando nueva música.

WOMAD Cáceres cerrará su tercer día con la potente voz de protesta, a ritmo de hip-hop, de la chilena ganadora de un Grammy Latino Ana Tijoux (01.00). Como J.P. Bimeni, procede de un pasado violento, pues sus padres tuvieron que exiliarse durante la dictadura de Pinochet, y como el artista de Burundi lo ha filtrado en su música, en su caso con una fuerte carga crítica, desde el feminismo, contra el machismo y la desigualdad entre géneros.

Los dos potentes conciertos que cierran en la plaza de San Jorge el día más multitudinario del festival. En el primero (22.00), Liraz trae consigo la experiencia de grabar, en parte clandestinamente, su último disco (Zan), para el que recurrió a compositores y músicos de Irán, el país de sus padres, y al que ella se siente vinculada culturalmente. Esa condición clandestina proviene del veto que en Irán existe respeto a la colaboración con Israel, adonde la familia de Liraz se trasladó en la década de los 70 y donde ella vivió. Su electropop, con su fondo musical iraní, envuelve en Zan el homenaje a las raíces y a las historias que le contaron a Liraz cuando era niña.

Con la medianoche, Theon Cross, procedente de Reino Unido, mostrará el talento con la tuba, que le han llevado a redefinir las posibilidades del sonido de este instrumento de manera revolucionaria. Arraigado en su herencia afro-caribeña, sus melodías participan del jazz, pero también de estilos y géneros internacionales. Su álbum más reciente, Intra-I (Dentro de uno mismo), fruto de la pandemia, sintetiza la diversidad de su arte musical y experiencia para entregar un mensaje esencial a un mundo atenazado por la tribulación.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí