En la nueva temporada los cines optarán por títulos populares, idóneos para retomar el contacto con la ópera tras un largo parón
En los últimos años, la ópera ha sido una de las señas de identidad indispensables de la programación de Multicines Cáceres. A partir de septiembre, volverán a la gran pantalla las retransmisiones de lírica, ballet o conciertos desde algunos de los mejores teatros del mundo.
Aunque la pandemia de la COVID-19 dejó a medias la anterior temporada, la nueva normalidad exige cambiar el enfoque. En vez de plantear un trimestre completo, la oferta cultural avanzará de mes en mes; es un año incierto y no resulta fácil anticipar qué sucederá más adelante. Por la misma razón, no habrá conexiones en directo, sino que las grabaciones serán en diferido.
Otra novedad tiene que ver con el criterio de selección: los cines optarán por títulos populares, idóneos para retomar el contacto con la ópera tras un largo parón. Ya habrá tiempo para las producciones experimentales para entendidos; de momento, tendrán prioridad las obras más famosas y queridas de Verdi o Rossini. Por supuesto, se garantizan las medidas sanitarias pertinentes, como la reducción de aforo, la desinfección, la señalización y otras normas de seguridad perfectamente compatibles con la comodidad del público.
Para celebrar el inicio de curso, los cines emitirán por primera vez desde Sydney. Hasta ahora, los espectadores de Cáceres nunca habían tenido la oportunidad de disfrutar de su impresionante ópera, un icono arquitectónico declarado Patrimonio de la Humanidad. Si los viajes exóticos se antojan imposibles hoy día, qué mejor consuelo que visitar la ciudad australiana a vista de cámara y asistir a tres títulos imprescindibles: Aida, de Verdi (10 de septiembre), Turandot, de Puccini (17 de septiembre), y Carmen, de Bizet (24 de septiembre).
El repertorio festivo y el escenario flotante al aire libre recuerdan a Bregenz, el certamen estival austriaco. En la bahía de Sydney cobran protagonismo las escenas de masas (como la Marcha triunfal egipcia, el coro de Escamillo o la escena de los enigmas en Turandot), la tecnología, los números de baile, el vestuario colorista, los decorados a escala monumental -como un dragón que escupe fuego o una cabeza de Nefertiti de 18 metros de alto- e incluso los fuegos artificiales.
Si en otras ocasiones el sentido del espectáculo lleva a descuidar otros aspectos artísticos, desde luego no es el caso aquí. En estos montajes destacan nombres del prestigio de la directora Gale Edwards (1954), primera australiana que estrenó un musical en Broadway y el West End; el chino Chen Shi-Zheng, realizador de cine y teatro premiado en Sundance; el escenógrafo Dan Potra, encargado de la ceremonia inaugural de las Olimpiadas de 2000; o el Premio Tony de 1996 Brian Thompson, responsable del diseño de producción del musical El rey y yo o de la mítica película The Rocky Horror Picture Show (1975). En cuanto a los elencos, nos sonarán cantantes como Latonia Moore -nuevo talento del Metropolitan neoyorquino-, el joven italiano Riccardo Massi (estrella del repertorio pucciniano en Munich, Londres o el Liceu), el ucraniano Dmytro Popov, premio Operalia en 2007, o la mezzo israelí Rinat Shaham (1980), que ha encarnado a Carmen en más de 45 producciones, de Viena a Roma, Moscú o Berlín.
Las entradas de esos tres primeros títulos desde Sydney podrán adquirirse por separado o bien en un abono conjunto (24 €).
La temporada de ópera en cines continuará el mes siguiente con El barbero de Sevilla desde la Arena de Verona, protagonizada por Leo Nucci (1 de octubre); un concierto del célebre tenor Jonas Kaufmann desde Viena (8 de octubre); la joya de Massenet, Manon, desde París, con la soprano Pretty Yende (15 de octubre); el canto de cisne de Verdi, Falstaff, con la dirección escénica de Calixto Bieito para Hamburgo (22 de octubre); y el ballet romántico Giselle desde el Bolshói de Moscú.
Más adelante los cines avanzarán información sobre los meses de noviembre y diciembre.